martes, 29 de junio de 2010

Los únicos regalos del mar son golpes duros…y, cada tanto, la oportunidad de sentirse fuerte.
No conozco mucho el mar…pero si se que así es. Y también se que es importante…no necesariamente ser fuerte, sino sentirse fuerte…para medirse a si mismo, al menos, una vez…para encontrarse en las condiciones mas primitivas…y enfrentar la ceguera y la sordera a solas…sin nada que te ayude salvo las manos y la propia cabeza.






Into the wild (chu)

No hay nada que me pueda separar uso esa fuerza reciclo y voy por mas, no hay nada que me puede detener, regla numero uno no hay nada que me pueda detener.