jueves, 17 de marzo de 2011

¿Cuántas veces tendré que morir para ser siempre yo?


Hoy, rayos del sol queman mi voz y todo me sale. Hay una señal que quiero ver, si todo me sale.. Claro que si. Ese dia llegó, y la suerte cambio, mi hermano. Amanecer y sentir otra vez, que el destino esta en nuestras manos.
Y ya no quiero palabras, yo quiero que la música me lleve al sol. Y que lo que antes me lastimaba, hierva en mi sangre.

jueves, 10 de febrero de 2011


¿Le pudo custodiar la piedad de su padre, las advertencias de los profesores, sus propios conocimientos, su propia búsqueda? ¿Qué padre o qué profesor han conseguido evitar que él mismo viva la vida, se ensucie con la existencia, se cargue de culpabilidad, beba el brebaje amargo, encuentre su camino? Amigo, ¿acaso crees que ese camino se lo podías ahorrar a alguien?

viernes, 4 de febrero de 2011


"...Qué extraña ha sido realmente mi vida! -pensó-. Qué rodeos tan curiosos ha dado!...Qué camino el mío, sin embargo! Cuánta estupidez, cuántos errores, disgustos, dolores y desilusiones he tenido que soportar sólo para poder volver a ser un niño y empezar de nuevo!...He tenido que probar la desesperación, rebajarme ante la más insensata de las ideas, la del suicidio, para poder sentir la gracia, para volver a oír el Om, para volver a dormir bien y a despertarme tranquilo. He tenido que convertirme en un loco para redescubrir el Atmán en mi interior. He tenido que pecar de nuevo para poder revivir. ¿Por dónde me llevará aún mi camino? Es un camino absurdo, que avanza dibujando curvas, tal vez en círculo. Que avance como quiera. Yo lo seguiré...

miércoles, 2 de febrero de 2011

¿Dormiste bien?


Siddhartha abrió los ojos y miró a su alrededor; una sonrisa iluminó su rostro, y una profunda sensación de despertar de largos sueños recorrió todo su cuerpo. Y en ese mismo instante en que el mundo que lo rodeaba
pareció desvanecerse y él se quedó solo como una estrella en el firmamento, en aquel momento de frialdad y de desánimo, se irguió un Siddhartha más sólido y fuerte, más posesionado que nunca de su propio Yo. Se dio cuenta de que aquello había sido el último estremecimiento del despertar, el espasmo final del parto. Y al punto reanudò su marcha, con paso rápido e impaciente, màs no a su hogar, no a donde su padre, ya no hacia atrás.

lunes, 31 de enero de 2011

Vivir sólo cuesta vida


Con pasos firmes o titubeantes, caminamos sabiendo que el barro puede ensuciar nuestros zapatos.
Resulta primordial tener en claro este principio los a la hora de poner los pies sobre la tierra - por más que prefiera quedar suspendido en el aire -, midiendo la magnitud de nuestras acrobacias, adentrándonos cada vez más en el camino que conduce a uno mismo.
Después de todo, por más complejo y rebuscado que sea éste sendero, se trata de vivir intensamente lo que tiende a brotar de nuestro interior, dejando que fluyan las emociones y canalizarlas en un mismo viaje. Estas serán quienes nos acompañen - ahora y para siempre - siendo las más puras de las manifestaciones que puedan encontrarse desde afuera hacia adentro, en el proceso más hermoso y difícil, de la introspección.
Es de vital importancia conocerse a uno mismo, y sin traicionarse, saber de qué somos capaces.
Derribaremos muros a cabezazos como los pájaros rompen cascarones, sólo asi podremos expandir nuestros horizontes, despertándonos sin miedo de quien esté durmiendo a nuestro alrededor, ya que una vez abiertos los ojos y llenar de vida nuestras pupilas, las únicas barreras serán mentales.

martes, 7 de diciembre de 2010


No puedo decir que la «resolución» hubiese alterado grandemente mi vida. Me hizo un poco más indiferente para con los achaques, un poco más descuidado en el uso del opio y del vino, un poco más curioso por lo que se refiere al límite de lo soportable: esto fue todo.
Loco, pues, tenía yo que estar y muy alejado de «cualquiera» si aquellas voces habían de llegar hasta mí y hablarme de aquellos mundos. Dios mío, ¿no estaba yo hacía ya muchísimo tiempo bastante alejado de la vida de todos los hombres, de la existencia y del pensamiento de las personas normales, no estaba yo hacía muchísimo tiempo bastante apartado y loco? Y, sin embargo, en lo más íntimo de mi ser comprendía perfectamente la llamada, la invitación a estar loco, a arrojar lejos de mí la razón, el obstáculo, el sentido burgués, a entregarme al mundo hondamente agitado y sin leyes del espíritu y de la fantasía.